Introducción
La criminología, como disciplina, ha recorrido un largo camino desde sus orígenes hasta convertirse en un campo de estudio complejo y multidisciplinario. Este artículo explora la evolución histórica de la criminología, desde las teorías clásicas hasta las críticas contemporáneas, y analiza cómo estas teorías han moldeado nuestra comprensión del crimen y las respuestas sociales a la criminalidad.
1. Los Fundamentos Clásicos: El Libre Albedrío y la Responsabilidad Personal
La criminología clásica surgió en el siglo XVIII, influenciada por el pensamiento ilustrado y la filosofía de autores como Cesare Beccaria y Jeremy Bentham. Beccaria, en su obra "De los Delitos y las Penas" (1764), abogaba por un sistema de justicia penal que se basara en la racionalidad, la proporcionalidad de las penas y la prevención del delito a través de la disuasión. La premisa fundamental de esta escuela es que los seres humanos actúan por libre albedrío y toman decisiones racionales para maximizar su placer y minimizar su dolor. Según esta perspectiva, el delito es una elección racional, y la responsabilidad recae enteramente en el individuo.
2. La Escuela Positivista: Determinismo y Factores Externos
En contraste con el enfoque clásico, la escuela positivista, encabezada por Cesare Lombroso en el siglo XIX, introdujo la idea de que el comportamiento delictivo podía estar determinado por factores biológicos, psicológicos y sociales. Lombroso, conocido como el "padre de la criminología moderna", proponía que los criminales nacen con predisposiciones biológicas al delito, identificables a través de ciertas características físicas. Aunque esta teoría fue posteriormente desacreditada, su influencia perduró, y dio origen a estudios más complejos sobre los factores que influyen en el comportamiento delictivo, abriendo la puerta a análisis sociológicos y psicológicos del crimen.
3. La Sociología del Crimen: Teorías del Anomia y del Etiquetado
Durante el siglo XX, la criminología se expandió para incluir análisis sociológicos que consideraban al crimen como un fenómeno social. Emile Durkheim y Robert K. Merton fueron pioneros en la teoría de la anomia, que sugirió que el delito podía ser resultado de la disonancia entre las metas culturales y los medios legítimos disponibles para alcanzarlas. Merton, en particular, argumentó que cuando los individuos no pueden alcanzar el éxito a través de medios socialmente aceptados, pueden recurrir al crimen como alternativa.
Otra contribución significativa fue la teoría del etiquetado, desarrollada por Howard Becker y otros, que planteaba que el delito no es inherente a ciertos actos, sino que es el resultado de la etiqueta que la sociedad coloca sobre ciertos comportamientos. Esta perspectiva introdujo un análisis crítico sobre cómo el sistema de justicia y las estructuras de poder contribuyen a la criminalización de ciertos grupos sociales.
4. La Criminología Crítica: Poder, Desigualdad y Control Social
A finales del siglo XX y principios del XXI, la criminología crítica emergió como una respuesta a las limitaciones de las teorías anteriores. Influenciada por el marxismo, la teoría crítica de la escuela de Frankfurt y el posmodernismo, esta perspectiva examina cómo las estructuras de poder, la desigualdad y las dinámicas de control social perpetúan la criminalización y la marginación de ciertos grupos.
Autores como Michel Foucault y Jock Young analizaron cómo el sistema penal no solo castiga el delito, sino que también refuerza las relaciones de poder existentes y mantiene el orden social a favor de las clases dominantes. La criminología crítica cuestiona la neutralidad del sistema de justicia penal y propone que las leyes y su aplicación reflejan los intereses de las élites.
5. Conclusión: Hacia una Criminología Integral y Transdisciplinaria
La criminología ha evolucionado desde enfoques que enfatizaban la responsabilidad individual y el determinismo biológico, hasta perspectivas que consideran el crimen como un fenómeno complejo, influenciado por factores sociales, económicos y políticos. La criminología contemporánea busca integrar estos diferentes enfoques para desarrollar una comprensión más completa del delito y las respuestas al mismo.
Es fundamental que la criminología del siglo XXI siga siendo crítica y reflexiva, cuestionando las narrativas predominantes y explorando nuevas formas de justicia que no solo castiguen, sino que también transformen las estructuras sociales que perpetúan la criminalidad. Solo a través de un enfoque integral y transdisciplinario podremos avanzar hacia un sistema de justicia más justo y equitativo.
Referencias
- Beccaria, C. (1764). De los Delitos y las Penas.
- Lombroso, C. (1876). L'uomo delinquente.
- Durkheim, E. (1897). El Suicidio.
- Merton, R. K. (1938). Social Structure and Anomie.
- Becker, H. (1963). Outsiders: Studies in the Sociology of Deviance.
- Foucault, M. (1975). Vigilar y Castigar: Nacimiento de la Prisión.
Este artículo ofrece una visión amplia y profunda de la criminología, destacando su evolución y las contribuciones clave que han moldeado su desarrollo. Al enfocarse en las transformaciones teóricas y su impacto en la práctica, proporciona una base sólida para entender el crimen desde una perspectiva crítica y contemporánea.
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